Un año más llega febrero y el Carnaval abre sus puertas para mostrar todo el arte y todo el ingenio que se ha podido conseguir tras largos meses de sacrificio y trabajo. Los más grandes y, los no tanto, vuelven al prestigioso Concurso del Falla para, si pueden, llegar a la final y conquistar el supuesto cielo de las coplas y la fama.
Fama, son los que algunos de los que se presentan tienen y, otros, la quieren conseguir pero la paciencia no parece ser una de las características del algunos de ellos, que nos deleitan con idas y venidas en sus apariciones según, parece, la clasificación o según el premio obtenido.
No seré yo quien se atreva a decir a tanta calidad y tanta inspiración que dejando de participar, igual un año que siete, no es la manera de hacer Carnaval, que el Carnaval es una manera de vivir y de sentir la realidad, así como, de sensibilidad por las injusticias sociales.
Como no te puedo decir todo lo que quisiera porque no estoy al nivel, si que te diré que el nivel no lo marca un premio ni un pase a cuartos sino el día a día del trabajo y el esfuerzo, así que sepas, querido carnavalero, que tu agrupación será muy grande y prestigiosa pero a la hora de hacer Carnaval igual las pequeñas agrupaciones, esas que no llegan ni al Falla, te dan una lección de la que quizás no te vendría mal tomar nota.
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